En este capítulo hay dos historias reales.
En la primera te cuento cómo mi hija mayor ha sido mi maestra y me ha echo tomar consciencia de la importancia de sermos padres imperfectos.
En la segunda, te cuento que en mi primera clase de impro teatro, descubrí cómo poner en prática! Y te dejo una sugestión ¿Te atreves a jugar?